Capital del estado de Bahía, Salvador tiene 472 años de historia repartidos por sus laderas, retratados en su arquitectura, expuestos en su rica gastronomía y estampados en la forma de ser y vivir de su gente. El municipio más poblado del Nordeste alberga una riqueza cultural reconocida a nivel mundial. La ciudad con un clima agradable seduce a los turistas y tiene en su historia a muchos de ellos que vinieron a caminar y decidieron quedarse. Nombrada en honor a Jesucristo, la ciudad de Salvador tiene un fuerte hito en la fe. Cristianos y religiosos de origen africano comparten un mismo espacio y fiestas monumentales que atraen a personas de todo el mundo y mueven su economía. Hay quienes dicen que “la gente más fiestera no existe”. Quizás la fama tenga su origen en el Carnaval, que alguna vez fue considerado la fiesta callejera más grande del planeta. Millones de juerguistas se encargan de las avenidas en un verdadero «mar de gente» durante ocho días. Una infraestructura que ya ha recibido autoridades y organizadores de otros países para mostrar cómo se gestiona el evento momesco.